¿Està sobrecargada? No es de extrañar

Uno ya casi no se atreve a mencionar ese hecho convertido en trivialidad, pero la verdad es que las mujeres de hoy soportan una triple carga. Las tareas tradicionales «cocina, hijos, iglesia» se han convertido en las tareas modernas «cocina, hijos, carrera».

Esto significa que, para las madres que trabajan, el malabarismo diario con los más diversos retos y problemas se ha convertido en una regla. Hay que cuidar a los niños, pero las plazas disponibles en guarderías y jardines de infancia son escasas. Por ello, el cuidado durante todo el día del niño en edad escolar sigue siendo un gran problema. La gran mayoría de las madres que trabajan tienen que faltar a su trabajo y quedarse en casa cuando sus hijos están enfermos, ya que no hay nadie que pueda hacerse cargo de ellos. Pero, por otro lado, si la mujer quiere mejorar profesionalmente, no puede permitirse las ausencias al trabajo. Cuando es la madre la que está enferma, el problema del cuidado de los hijos casi no tiene solución. La casa y el cuidado de la familia necesitan ser organizados. Los padres de hoy están más dispuestos que antes a echar una mano; sin embargo, el mayor peso sigue llevándolo la mujer. En el trabajo se le exige dedicación total. Todavía hay empresarios que, para el buen desarrollo del trabajo, consideran a la madre como un «factor de riesgo». Esto supone a menudo tener que duplicar o triplicar las propias fuerzas para evitar las críticas; la consecuencia de este esfuerzo es un aumento del estrés y un cansancio excesivo. Si tiene constantemente la sensación de luchar simultáneamente en varios frentes y no tiene posibilidades de recuperarse y poder «cargar sus pilas», arriesga a largo plazo su salud y bienestar. Si ignora durante un tiempo excesivo su necesidad natural de descanso y tranquilidad, en algún momento puede sufrir el «síndrome de Burn-out», es decir, tener la sensación de estar quemada.

Reflexione un momento:

Si:

• ya no puede dormir bien y

• ya no puede disfrutar,

• ya no goza de la ternura y de la sexualidad, de sus hijos, de su trabajo y de la vida,

• se encuentra siempre cansada y agotada,

• tiene la impresión de rendir cada vez menos a pesar de un esfuerzo cada vez mayor,

• no pueda desconectar, esto significa que ya padece el síndrome Burn-out.

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