Conflictos internos y externos

En este ejemplo no se trata únicamente de tomar una decisión para una tarde. El conflicto externo -comida de negocios o cine- es sólo la espoleta que dispara el conflicto interno. Y aquellos conflictos que se convierten en conflictos internos cuestan fuerza interior. Quizá conoce usted personas a las que resulta difícil «sacarlas de sus casillas». Normalmente tienen la capacidad de no dejar que sus conflictos externos penetren en su interior.

Usted puede detectar sus conflictos internos si observa que le cuesta mucho esfuerzo tomar decisiones y si, una vez tomadas, se arrepiente siempre del paso que ha dado. Si, por ejemplo, ha llegado usted a la conclusión de que su profesión es cada vez más importante, acepte este hecho y no se deje influir por tópicos que la aparten de sus intereses. Tómese a sí misma y a sus deseos y necesidades en serio. Sólo usted puede decidir lo que es correcto y bueno para sí misma.

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