Aceptar las consecuencias

Tenga bien claro que, independientemente de la decisión que haya tomado en el ejemplo anterior, tiene que asumir que todas las decisiones son a la vez buenas y malas. En un caso como éste, no existe una decisión objetivamente correcta. Aceptar esta contradicción es más fácil de exigir que de hacer. En primer lugar, acepte el hecho básico de que todo tiene dos caras.
Sigamos con el ejemplo anterior: si la tarde -bien con su familia en el cine, o con sus colegas en la comida de negocios- no transcurre de la forma que se había imaginado, puede usted asumirlo. La decisión que ha tomado, en ese momento, ha sido correcta. No se irrite después consigo misma.

1 comentarios:

Unknown dijo...

pff eso es mui sierto0o....
:*

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