Consideramos estos gritos
de desesperación como una fase
intermedia necesaria.
Muchas mujeres deben empezar
a familiarizarse con la idea de que
también ellas tienen la posibilidad
de crear un área personal
de disfrute completo en su tiempo
libre, muchas veces incluso
con marido e hijos.
Tal vez vaya todo un poco despacio,
necesite preparación intensiva, algo
de resistencia y firmeza y una cierta
«reconversión» de los hábitos
familiares, pero cuando lo haya
conseguido, aparecerá un sentimiento
de felicidad por haber logrado
justamente lo que deseaba;
y esto justifica plenamente esa
determinación, perseverancia
y autocontrol que le han costado
tanto esfuerzo.