No se puede generalizar sobre cuándo un niño se siente seguro. Algunos niños sólo se sienten protegidos cuando saben que en el cuarto de al lado hay una persona conocida, mientras que para otros niños basta con saber que por la noche se reencuentran con una persona familiar.
Para dar seguridad es importante la continuidad, no la singularidad. Esto quiere decir que muchas y diferentes personas pueden transmitir sensación de seguridad: padres, abuelos, maestros de párvulos, chicas/os au-pair...
Lo decisivo es que el niño sepa siempre que, al cabo de un tiempo aceptable para él, puede contactar con una persona de confianza. En este proceso de hacerse independiente y adulto, usted puede fortalecer de forma significativa la confianza de su hijo en usted transmitiéndole que no está enfadada con él cuando da su confianza a otras personas. La forma en que usted, como madre, puede ayudar a su hijo a encontrar a estas personas de confianza
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